Un
equilibrio ancestral, una tensión entre el mundo de lo consentido y
el mundo de lo prohibido. El hombre se aleja de sus pulsiones
basales para dar paso a sus deberes sociales. Se crean dos
mundos que cohabitan paralelamente en la existencia del hombre, el
mundo de lo prohibido y el de la transgresión —en palabras de
Bataille. Y aunque deje una experiencia en pos de otra, el ser humano
desea ambas, se mueve entre ambas. El hombre de vez en cuando
transgrede las normas pero no lo hace sin más, este «retorno a lo
instintivo» no suprime la prohibición, solo la levanta de por un
tiempo. De ahí lo sagrado, lo artístico y lo erótico como punto
de fuga, como experiencia de un interior anhelante de «volver a la
naturaleza». Actos regulados, que limitan el desahogo de las
pulsiones instintivas, las subliman.
Esta
idea universalista es la que se nos presenta en las exposición
Maestros del Caos, organizada por la Obra Social La Caixa. En ella
podremos ver una fusión de expresiones eróticas, religiosas y
artísticas —que muchas veces se confunden en las mismas piezas—
entendidas como caos. Como mundo de escape en el cual el hombre se
libera controladamente de esa carga acumulada sobre la experiencia
interior del ser humano. Carga resultante de la continua represión
de un espíritu indómito y que definitivamente ha de ser aliviada en
holguras «tempo-espaciales» acordadas socialmente.
Se
nos descubre el artista como chamán, al chamán como artista y ambos
como sujetos eróticos. Maestros del caos en el sentido de expertos
en dirigir «la fiesta» —como hablaría Callois—, el rito, ese
espacio en el cual el hombre retorna a lo que se considera su
«naturaleza animal». Encontramos en esta exposición testimonios y
obras de «maestros» contemporáneos, vestigios rituales de
«antiguos maestros, también máscaras, tambores, bastones,
vestiduras, en fin, los diferentes sacras utilizados en los rituales
de transgresión.
«Un
reencuentro con las sensaciones de cuando eres niño, cuando el
cosmos y e caos son tan determinante en tu vida y crees que puedes
dominarlos con poderes chamánicos»
Dani,
visitante de la Exposición Maestros del Caos